

González Martínez Karla Elizabet

Zúñiga Apipilhuasco Jenylin
Las diferencias entre el siglo XVIII y el actual consisten en los cambios que se han presentado en distintos aspectos de varios tipos como son: económicos, políticos, ideológicos, sociales, científicos y tecnológicos, principalmente.
Entre ellos se encuentra la libertad y su aplicación. Hoy sabemos que tenemos derechos los cuales merecen ser respetados, pero hace tres siglos el gobierno mantenía a la población reprimida, con pocas oportunidades de decidir o expresarse.
También se comprende la libertad de culto que actualmente gozamos. Anteriormente se impuso la religión católica (en México), practicada por todas las personas, e incluso era riesgoso no pertenecer a ella. En el siglo XXI nos encontramos numerosas creencias y no necesariamente están vinculadas con un dios, puede haber ideas distintas en una misma familia o en cualquier parte, pero éstas, al ser respetadas debidamente, no constituyen un obstáculo para la convivencia armónica ni son causa de sanciones por parte del gobierno.

Otro punto a considerar es la división de la sociedad en el siglo XVIII la cual era muy marcada. El gobierno (en el caso de México los que tenían descendencia española) y la iglesia eran la élite, por debajo estaba la gente pobre. Sólo unos cuantos tenían acceso al conocimiento. Hoy en día la educación es obligatoria y no es tan notoria la división de clases, aparte de que la iglesia ya no ocupa ningún lugar especial.

De igual manera, existía diferencia entre hombres y mujeres. Las últimas debían vestir faldas largas o vestidos, no se acostumbraba que trabajaran, menos que estudiaran. Su opinión no era tomada en cuenta para asuntos como la política.
Por otra parte, las actividades económicas no son las mismas. Antes la práctica de la minería era extendida, al igual que la agricultura y ganadería. Ahora nos beneficiamos de máquinas que nos permiten realizar trabajos más redituables.
Lo que a mi parecer hace la mayor diferencia entre el siglo XVIII y el XXI es el avance de la ciencia y la tecnología. Ambas nos benefician enormemente en todas las áreas de nuestra vida, al punto de convertirse en una necesidad. Tres siglos atrás había periódicos y en el presente los sigue habiendo, pero también están digitalizados, al igual que muchas otras cosas. Hoy, ya pasados más de 200 años desde el impulso a la investigación y la razón, podemos hablar de nanotecnología, redes, internet,… y -¿por qué no?- también podemos hablar por celular.
No hay comentarios:
Publicar un comentario